La compañía estadounidense de farmacéutica radiológica Coquí Pharma contrató a la empresa estatal Invap para el diseño de dos reactores de investigación y producción de radioisótopos, y una planta de procesamiento de radioisótopos, que será construida en Florida, según informaron hoy ejecutivos de ambas firmas.
Este emprendimiento será pionero por varias razones: será la primera licencia de construcción y operación de los últimos 40 años en Estados Unidos, y además serán los primeros reactores nucleares desarrollados en el mundo por una compañía con fondos totalmente privados, entre otros aspectos inéditos.
Carmen Bigles, CEO de Coquí Pharma, dijo a Télam que el contrato con Invap fue firmado ayer en Bariloche, en el marco de la 16ª edición del congreso mundial de reactores experimentales, denominado IGORR (sigla de International Group on Research Reactors), que terminó hoy en la ciudad.
“Estamos muy satisfechos del acuerdo con Invap, desde 2009 estamos en conversaciones, y antes de negociar estudiamos mucho los distintos grupos y compañías del mundo, y concluimos que esta es la mejor según lo que buscamos”, expresó la directiva.
Bigles destacó en especial la experiencia de Invap en el manejo de uranio levemente enriquecido y consideró que la empresa estatal argentina logró “un desarrollo magnífico” en este conocimiento y aplicación.
Juan Pablo Ordóñez, subgerente general de Invap, quien firmó ayer el contrato con Coquí Pharma, destacó que esta capacidad de la empresa es un mérito de la Comisión Nacional de Energía Atómica, dependiente del Ministerio de Planificación Federal de la Nación, que desarrolló todo el método de producción de radioisótopos en Argentina y le encargó los emprendimientos.
“Este método se basa en el uranio levemente enriquecido, considerado no prolifante a nivel internacional, lo que permite grandes avances en el desarrollo tecnológico”, afirmó.
La directiva estadounidense informó que los reactores y la planta estarán operativos en 2020, y se transformará en la primera compañía del país en producir comercialmente Tecnesio 99, el insumo de todas las prácticas y estudios de la medicina nuclear.
“En Estados Unidos se hacen 50.000 procedimientos médicos radiológicos diarios y seremos el principal proveedor del país de este producto”, destacó.
Evitó dar precisiones sobre el costo del emprendimiento y el monto del contrato con Invap, debido a que es información reservada de los inversores.
De todos modos ilustró que se tratará de dos reactores pequeños, de menos de 10 megawatts de potencia cada uno, específicos para la producción de radioisótopos, de funcionamiento conjunto con la planta de procesamiento a diseñar.
Esos datos diferencian al proyecto del reactor multipropósito OPAL que Invap diseñó y construyó para Australia, que demandó una inversión de 250 millones de dólares, y del proyecto en cooperación de la CNEA e Invap del RA10, otro reactor multipropósito que se hará en Ezeiza, con una inversión nacional de 300 millones de dólares.
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