El diagnóstico por imagen se ha convertido en una herramienta imprescindible en la práctica clínica
El cerebro, uno de los grandes beneficiados por la imagen médica.
La imagen médica del cerebro ha permitido detectar, localizar y etiquetar muchas enfermedades neurológicas y psiquiátricas. Y, según los expertos, nuestro país realiza una labor «imprescindible» en el estudio y diagnóstico por imagen del cerebro con grupos de trabajo de «un gran potencial y alto nivel europeo», tal y como afirma el profesor Luis Martí-Bonmatí, Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM).
Durante la I Jornada Científica ‘Imagen médica: usos actuales y papel futuro’, se hizo hincapié en el desarrollo de las técnicas de imagen y su enorme potencial porque han posibilitado el diagnóstico no invasivo y aportan una gran cantidad de información a nivel anatómico, bioquímico o funcional. «Así, la imagen médica se ha convertido en una herramienta imprescindible en la medicina moderna. De hecho, la utilización de estas técnicas ha experimentado un notable incremento en la última década», explica el Académico de Número José Luis Carreras Delgado.
Este experto concreta que la Imagen Médica tiene aplicación en todos los campos de una patología: «Su uso es determinante no sólo para el diagnóstico sino también para la valoración (extensión, gravedad, recaída, etc.) de una enfermedad ya diagnosticada, establecer la pauta de tratamiento o valorar el resultado del mismo. Sin duda, el papel de la Imagen Médica en el futuro va a ser contribuir al mejor conocimiento de la enfermedad en cada paciente con el objetivo de aplicar un tratamiento más ajustado, personalizado y preciso, que permita mejorar los resultados del mismo».
Imagen Médica del Cerebro
Como explica el profesor Carreras, la representación tridimensional de las estructuras cerebrales, los vasos o el sistema ventricular son «la mejor forma de objetivar» en cualquier paciente y de forma periódica qué sucede dentro del cráneo.
«Si unimos a esta información aquella derivada del análisis de los componentes cerebrales y de las funciones y conexiones, todo ello a partir de la imagen, tenemos un modelo personalizado del estado estructural y funcional del cerebro de un paciente determinado con una altísima precisión». Matiza el Académico.
Este logro ha supuesto un importante avance tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de las enfermedades cerebrales y mentales. «Por ejemplo, el desarrollo de la Resonancia Magnética ha permitido conocer mejor los mecanismos que subyacen en enfermedades como la esquizofrenia, el autismo o la depresión, al analizar la conectividad neuronal in vivo. Además, ha permitido profundizar en el conocimiento de la historia natural de los tumores cerebrales y analizar la importancia de la neoangiogénesis en la recidiva y la diseminación neoplásica», comenta el profesor Martí-Bonmatí.
Y es que gracias a las técnicas de imagen del cerebro es posible conocer la agresividad de un tumor sin necesidad de hacer una biopsia, mejorar el diagnóstico de una enfermedad o llevar a cabo un tratamiento más efectivo frente al ictus.
Novedades en técnicas por imagen
Entre las diferentes técnicas por diagnóstico de imagen destacan la Resonancia Magnética (RM), la Tomografía axial computarizada (TAC), la Tomografía de emisión por fotón único (SPECT) y la Tomografía por emisión de positrones (PET). Más recientemente han aparecido las técnicas multimodalidad, que aúnan las ventajas de dos o más modalidades. Las más extendidas son PET-TAC, SPECT-TAC y más novedoso es el PET-RM.
Los últimos avances se centran en la digitalización de estas tecnologías, como es el caso de la Resonancia Magnética con antenas digitales. Gracias a esta digitalización toda la información se transmite por fibra óptica hasta el ordenador principal.
«Con esta tecnología los estudios son mucho más precisos, contienen más información y el tiempo de estudio se acorta considerablemente. En definitiva, un avance que se traduce en exploraciones más cortas, más concluyentes y menos angustiosas para los pacientes», afirma el profesor Martí-Bonmatí.
También cabe destacar la aparición del PET-TAC digital que utiliza detectores digitales de silicio, lo que duplica el rendimiento del sistema, mejorándose la sensibilidad, resolución y precisión en la cuantificación. «Todos ello permite no solo poder realizar diagnósticos con mayor confianza e incluso anticiparlos, mejorando así la planificación del tratamiento, sino también reducir la dosis de radiofármaco con sus costes asociados», afirma este experto.
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